¡Hola! Soy Raúl Estrada Zamora, periodista cubano. Busco a personas de cualquier parte del mundo que tengan alas buenas para volar en pos de la felicidad y sepan respetar y tratar a los demás de igual a igual, a las buenas, aunque piensen de manera diferente. soyraulez@gmail.com

24 de abril de 2010

Elecciones en Cuba

   En vísperas de las elecciones para definir este domingo quiénes integrarán los órganos municipales de gobierno en Cuba, me gustaría compartir algunos criterios con todo el que gentilmente se tome unos minutos y me atienda.

   No creo que el Poder Popular, como se le conoce acá al sistema de organización gubernamental desde las comunidades hasta el Parlamento, sea perfecto, ni mucho menos; los principales líderes de la Revolución cubana, Fidel y Raúl Castro Ruz, son los primeros en reconocer errores, burocratismo e imperfecciones del aparato institucional. Pero tampoco veo ningún modelo más democrático en el mundo a la hora de elegir a quienes pueden y deben gobernar.

   Veámoslo desde mi posición de periodista. Vivo en Las Tunas, 690 kilómetros al este de La Habana, en una comunidad en la cual, como cualquier cubano, casi a diario los vecinos nos vemos cara a cara. Y digo en la prensa que en las elecciones mis conciudadanos proponen siempre a los de mayores méritos, a quienes mejor pueden representarlos en el gobierno, que no hay fraude en el sufragio, ni trampas ni violencia.

   Y todo esto lo publico y después voy a tomarme una taza de café en cualquier casa y a mirarles a los ojos a Sara, Yenima, Adalys, Jorge, Campos, Eneida, Esperanza, Machado, Armando, Bertha o Heriberto, porque he dicho una verdad que ellos bien conocen y comparten.

   Cierto es que después de los comicios algunos problemas que afectan a la comunidad no se resuelven con la eficacia y la prontitud deseadas, unas veces por situaciones objetivas impuestas por el bloqueo de Estados Unidos contra Cuba o los efectos de la crisis económica global, y otras a causa de males internos, como burocracia o negligencias administrativas, presentes también en cualquier sociedad de este mundo nuestro.

   Pero en Cuba hay una mayoritaria concurrencia a las urnas porque las votaciones están signadas por una total transparencia, desde su convocatoria hasta el escrutinio, realizado a la vista de cuantos quieran participar en él.

   Por eso uno dice esa verdad al mundo y después puede mirar de frente a cualquier gente, cara a cara.



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